lunes, 27 de octubre de 2014

CRÓNICA (J9): PUDO SER Y NO FUE



El conjunto londinense termina su periplo por el condado de Gran Manchester con otro reparto de puntos. Este año, no ha conseguido ganar ni en Old Trafford ni en el Etihad Stadium, donde en los dos  partidos y con el marcador a favor, dejó escapar el resultado y  la victoria en los últimos instantes.

Estas son las alineaciones presentadas por los dos técnicos:

Manchester United: De Gea; Shaw, Rojo, Smalling, Rafael; Januzaj, Fellaini, Mata, Di maría; Van Persie.

Chelsea: Courtois; Ivanovic, Cahill, Terry, F. Luis; Matic, Cesc; Hazard, Oscar, Willian; Drogba.

Los dos conjuntos comenzaron el encuentro con mucha intensidad, durante los primeros diez minutos, el partido fue un auténtico correcalles, donde el centro del campo parecía casi inexistente. Los centrocampistas del United realizaron un gran trabajo para que Cesc Fábregas no recibiera balón que funcionó durante la primera parte. Y en el minuto 20 Courtois realizó una magnífica intervención desviando un complicado tiro de Van Persie. Una vez más, el internacional belga es decisivo en los momentos importantes.

Desde este punto y hasta el descanso, sucederían una serie de acontecimientos que pudieron haber cambiado el curso de partido a favor de los visitantes. En el minuto 35, el  colegiado Phil Dowd se traga un clamoroso penalti a Ivanovic, tras una falta botada por Cesc. Acto seguido llegaría la ocasión más clara de la primera parte, pero esta vez, sería De Gea quien evitara que Drogba adelantara a los visitantes, cuando había recibido un maravilloso pase de Oscar.

Llegamos al descanso sin goles, con un partido mucho más equilibrado de lo que se esperaba. Los Blues echaban en falta buscar esos balones en largo a las espaldas de los defensas que Diego Costa recibe tan bien. Por otra parte, Van Gaal, había inculcado bien la lección en sus pupilos que habían conseguido neutralizar la sala de máquinas del Chelsea, impidiendo su avance.

Gol de Drogba. http://www.chelseafc.com
La segunda mitad tendría un color diferente, en parte debido al gol tempranero que encajarían los Devils. Hazard, una vez más el jugador más desequilibrante del partido, provocó un córner, habiendo dejado atrás a media defensa local. Como ya es habitual, Cesc Fábregas puso el balón donde lo tenía que poner. El esférico fue directo a la cabeza de Drogba que, libre de marca, remató, adelantando a los de Stamford Bridge.

Este gol, supuso el hundimiento del Manchester United, que increíblemente, realizó mucho mejor fútbol cuando el marcador estaba en tablas. El equipo de Louis Van Gaal cedió aquello que tanto les costó no dejar al Chelsea en la primera parte, el control del balón. Veríamos a un equipo metido atrás, sin ideas y que solo podría hacer peligro en una jugada aislada o a balón parado. Pues bien, con el tiempo ya cumplido, el colegiado, se confundió una vez más con Ivanovic, mostrándole la segunda amarilla y provocando una situación de peligro a falta de 30 segundos para que terminara el descuento. Van Persie, aprovechando un rebote, fusiló la portería de Courtois poniendo el empate definitivo en el marcador. 

Goodison Park, Etihad Stadium u Old Trafford, son algunos de los estadios por los que ya ha pasado este Chelsea que en 9 jornadas ha cedido solo 4 puntos. La semana que viene, toca quedarse en Londres para enfrentarse en The Bridge al QPR, aparentemente, será un partido asequible que preparará a los Blues para una semana después, visitar el gran Anfield.




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