jueves, 12 de marzo de 2015

OCTAVOS DE FINAL (VUE): TOCADO Y HUNDIDO.

El Chelsea se queda a menos de medio camino y no consigue superar los octavos de final de la Champions League tras caer frente al PSG. Partidazo en The Brigde, empañado por la nociva actuación del colegiado Björn Kuipers.

Estos son los XI titulares de los dos conjuntos:

Chelsea: Courtois; Ivanovic, Cahill, Terry, Azpilicueta; Matic, Cesc; Ramires, Oscar, Hazard; Costa.

PSG: Sirigu; Marquinhos, David Luiz, Tiago Silva, Maxwell; Motta, Verratti, Matuidi; Cavani, Ibrahimovic, Pastore.

Ganó el mejor. El conjunto galo demostró mucha más ambición, orden e ideas claras que los londinenses en los 210 minutos disputados de la eliminatoria. Es así. El conjunto de Jose Mourinho intentó hacer su partido. Lo logró por momentos. Muy breves. Salió mal.

El objetivo marcado para el primer acto de la función se cumplió a rajatabla. Mantener el 0-0 era vital. Ser un bloque sin fallos. Gran trabajo táctico del técnico luso, que desde el banco no pudo evitar la ineficacia y errores de sus hombres ya en el segundo periodo. Superioridad clara de Laurent Blanc.

Zlatan Ibrahimovic, comenzó el partido asemejándose poco o nada al del partido en París. Muy activo el sueco. La suerte o desgracia dependiendo desde donde nos pongamos a verlo, quiso que Kuipers le mostrara la cartulina roja directa tras una dura entrada a Oscar. Totalmente injusta. Tampoco señaló un penalti claro a favor del Chelsea. Cavani derriba a Costa dentro del área. No obstante, con un jugador 'blue' más en el campo, comenzaba un partido totalmente nuevo, que no se parecería en nada al de los anteriores minutos. Pero sí al del Parque de los Príncipes.

D. Luiz y D. Costa. http://www.chelseafc.com/
'Les parisiens' nunca perdieron el control de la eliminatoria y a pesar del resultado en contra, parecía que tenían muy claro que hoy iba a ser el día. Por otro lado, los hombres de Mourinho, transmitían una sensación de control de la situación, que resultó ser falso.

Descanso. Punto de inflexión. Las cosas iban a cambiar. Y mucho. Sobretodo para el Chelsea.

Ya en el segundo acto, el preludio del festival goleador lo puso Edison Cavani que asistido por Verratti y tras driblar a Thibaut Courtois - que cuajó una gran actuación, que finalmente quedó empañada por la derrota - , estrelló el balón en el poste, que tembló al compás de Stamford Bridge. El Chelsea por su parte, seguía conformándose, iban por delante. Había sido un susto. Nada más. Eso creían ellos. La sensación de 'falso' control iba a comenzar a disiparse.

Allá por los 80, llegaría el primer gol del partido. Gary Cahill, beneficiado por un rebote, adelantaría al Chelsea en el marcador y en la eliminatoria, El resultado, seguía obligando al PSG a marcar, algo presente desde el pitido final en Francia. Tan solo quedaban 10 minutos de tiempo reglamentario, pero las grandes obras siempre se guardan lo mejor para el final. Tan solo 5 minutos después, el que antaño fue jugador del Chelsea, David Luiz, asistido por Lavezzi desde la esquina, enviaría un tremendo testarazo al fondo de la red, que apunto estuvo de partirse. Pura potencia. Gran recompensa al trabajo realizado no solo en Londres, sino durante todos los octavos de final.

Los pupilos de Blanc, lo habían conseguido. Marcar un gol en Stamford Bridge conducía sin remedio el partido a la prórroga, y propiciaba que con un tanto más, el Chelsea se quedara completamente fuera de combate.

Tercer acto. Primera parte de la prórroga. Con el marcador igualado, comenzaban a relucir los fantasmas del 'falso' control. ¿Qué le estaba ocurriendo al Chelsea?. Con superioridad numérica en el campo, era prácticamente incapaz de crear ocasiones claras de peligro, no intimidaba al PSG y mucho menos le incomodaba. Algo estaba fallando. Pero aunque parezca increíble, un nuevo golpe de fortuna sacudió al Chelsea. El veterano zaguero Thiago Emiliano da Silva, cometió un incoherente error al tocar con la mano una pelota dentro del área, lo que permitió que Eden Hazard volviera a adelantar a los suyos de penalti. No se preocupen, el destino y la obra, tendrían reservado otro papel para el brasileño. Uno de protagonista. De héroe.

Cuarto acto. Colofón final. Minuto 114 de partido. Seis minutos para alcanzar los cuartos de final. Córner a favor del París. Todos a una. Trabajo, esfuerzo, dedicación, compensación. Thiago Motta colocó el esférico en la cabeza de Silva, nuestro veterano zaguero pasaría de villano a héroe en escasas milésimas de segundo, anotando el gol del empate, que le colocaba a él y a sus compañeros en la siguiente ronda.

Final en Stamford Bridge, que no escuchará el himno trilingüe hasta la próxima campaña. Ganó el PSG. Ganó el mejor. No hemos visto un partido, sino una obra maestra que solo la Champions League es capaz de ofrecer. A diferencia de las obras convencionales  (teatro, opera, musical), estas solo puedes disfrutarlas una vez. Solo una. No hay duda, hoy han salido dos claros vencedores de Londres y uno de ellos, el más importante, es el fútbol.
El fútbol es maravilloso. http://www.psg.fr/es/Accueil/0/Home



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