domingo, 22 de marzo de 2015

CRÓNICA (J30): DOS PARTIDOS EN EL KC.

Hoy se han disputado dos partidos completamente diferentes en Kingston upon Hull. El Chelsea consigue la victoria por dos tantos a tres. No se reduce por tanto, la diferencia de 6 puntos que le separan con el Manchester City. Con un partido menos, quedan 7 jornadas para que termine la Premier League y título ya está en sus manos.

Estos son los XI titulares del partido:

Hull City: McGregor; Dawson, Bruce, McShane; Elmohamadi, Livermore, Meyler, Ramires, Robertson; N' Doye, Hernandez.

Chelsea: Courtois; Ivanovic, Cahill, Terry, F. Luis; Matic, Cesc Fábregas; Willian, Ramires, Hazard; D. Costa.

Planteamiento habitual en el XI titular de Jose Mourinho, ningún cambio en la formación. Filipe Luis y Ramires ocuparían carril izquierdo y centro del campo. Fábregas posicionado entre Willian y Hazard. Steve Bruce, no renunció a su sistema habitual de juego con 3 defensas y 5 centrocampistas. En fase ofensiva los mantiene, en defensiva Andrew Robertson ocupa la posición de lateral derecho corriendo una posición a la izquierda a sus compañeros de la zaga.

En realidad, no hubo tiempo para comenzar a fijarse en ambos sistemas. En el primer minuto, los 'blues' ya quería marcar. Se les notaba. Hazard fue el elegido. El dios fútbol quiso que tras una gran arrancada, enviara un zurdazo cruzado a la red de un sorprendido McGregor, que obviamente, nada pudo hacer para detenerlo.

Marcador a favor en el minuto uno. Todo perfecto, o no. A los 3 minutos, llegaría el primer error. No sería de esta. Tardaría un poco más. Pero llegaría. Un mal entendimiento entre Cahill y John Terry, ayudó a que Abel Hernandez disfrutara de un mano a mano contra Courtois. No lo metería. El uruguayo estrelló la bola en el pecho del arquero belga, que poco mérito tuvo en esta ocasión.

Fuerza y eficacia. A pesar del susto, los 'blues' seguían intratables. Presionando la salida del balón de sus rivales desde muy atrás, que al disponer de solo 3 efectivos, estaban obligados a ceder de nuevo el balón. En caso de superar la linea de presión, y al contar tan solo con 3 guardianes, venirse arriba costaría caro a los locales. Incapaces de recuperar la posición, permitieron que en el minuto 8 Cesc Fábregas, conectara con Diego Costa para hacer el 0-2. El jugador brasileño, muy escorado, se saco un excepcional disparo de interior que tras salvar a dos defensas, se cuela por la misma escuadra del guardameta edimburgués. Extraño cuanto menos que Steve Bruce ordenara mantener el planteamiento inicial, sobretodo tras el primer tanto en contra. El partido comenzaba a apestar a goleada. Nada de eso.

Cuando se habían cumplido dos decenas de minutos, aún no había habido atisbo de reacción 'tiger' que seguía permitiendo al Chelsea jugar con comodidad. Bien posicionados y presionando lo justo, la comodidad se transformó en pasividad y esta, en sueño profundo.  


Minuto 26. Punto de inflexión. Andrew Robertson, se deshace con gran perspicacia de Willian e Ivanovic en el carril derecho. La falta de actitud de los jugadores 'blues' tras ser superados, solo podía significar un cosa. Iba a ser gol. Lo fue. El carrilero escocés, envió un centro teledirigido a los pies de Elmohamady para colocar a su equipo a tan solo un gol de diferencia. 


Gol de Diego Costa. http://www.chelseafc.com/
El Chelsea estaba mal y los hombres de Bruce que no son tontos, se dieron cuenta. Había que presionar, cambiar los papeles del encuentro. Tan solo un minuto después obtuvieron el resultado. Thibaut Courtois, un hombre que gana partidos, cometió posiblemente una de la mayores pifias de su carrera - que se podrían contar con los dedos de una mano -. El internacional belga dudó, perdió la concentración tras cesión envenenada procedente de Branislav Ivanovic, dejando en bandeja el esférico a Hernandez, que iguala e induce un coma profundo al Chelsea del que no despertará hasta la segunda mitad.

Dos minutos dos goles en contra. La cara de Jose Mourinho desde el banco, lo decía todo. Vale más una imagen que mil palabras. O eso dicen. El técnico charroco contemplaba y contemplaría impotente como su equipo era e iba a ser incapaz de recuperar la cordura y la concentración en los 20 minutos restantes. Macerando la lección que iba a impartir a sus hombres en el descanso, no cambió ni en un segundo su gesto de clara desaprobación. 

No había por donde cogerlos. El Hull se vino muy arriba, le dio la vuelta a la tortilla. Ahora ellos ahogaban al Chelsea y a punto estuvieron de hacer dos goles más, pero afortunadamente, Courtois recuperaría la concentración. Sería el único y no la perdería hasta el pitido final del encuentro. Gracias a dios.

El descanso marcó el inicio de un nuevo partido. El que debió haber sido y no fue durante la primera mitad. Cosas del fútbol.

La charla de Mourinho a sus jugadores, que no debió de ser precisamente en tono agradable, les hizo despertar del coma ene que llevaban sumidos más de media hora. Era necesario. La Premier League estaba en juego.

Con mucha más intensidad se afrontó la segunda parte, mandaba el Chelsea. Los 'tigers' también creaban ocasiones, pero no volvieron a ser dueños del partido. Cesc Fábregas volvió a ser determinante. Retrasó su posición al centro del campo. Acompañó a Matic y a Ramires y lo más importante, se hizo cargo de la sala de maquinas 'blue', incapaz hasta el momento de crear algo que se pareciese al fútbol.

La ocasión más clara de los locales llegaría en el minuto 62. Una vez más, Thibaut Courtois frustraría los planes de: Elmohamady, Livermore y Gaston Ramires, realizando una triple intervención. Sería su última ocasión clara de gol. 

El Chelsea a lo suyo, no estaban jugando bien. Cometían errores, pero había que marcar. Costase lo que costase. Corria el minuto 76 y Diego Costa había abandonado el terreno de juego por molestias. Loic Rémy, fue el encargado de suplirle, marcaría el gol de la victoria. Un tanto, que vale mucho más que tres puntos. Tal vez, un título.

Mal partido. Esa es nuestra valoración final. Se consiguió la victoria, sí, pero no del modo adecuado. Si juegas con fuego, te terminas quemando. Es así. La próxima jornada es el 4 de abril. El parón de selecciones deja tiempo para pensar, asumir y corregir. A estas alturas, ceder un metro, no es una opción.


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